Estos días de atrás me he vuelto loca para realizar pasta italiana de colores para un proyecto del curso que estoy realizando. La idea era hacer pasta de colores comestible. procedí a añadir el colorante alimenticio al agua de cocción. Las espirales de color rosa chillón llaman la atención jajaja.

Hasta ahí bien, nos la podemos comer pero ¿cómo la presentamos para el proyecto?, teníamos que presentarla empaquetada. Por tanto, no nos servía cocida tenía que ser en seco. Una de mis compañeras se lo trabajó un montón y realizó la pasta artesanal con harina, huevo y el tinte alimenticio (el resultado lo podéis ver en la imagen superior). ¿A qué molan las florecitas de pasta?. Para realizar las formas se usaron los moldes que, habitualmente, se utilizan para fondant y sugarcraft. Son para comerselas!!.

También, realizamos el tintado de la pasta (las que somos un poco más perezosas) sin pasar por el proceso de elaboración artesana de la masa y posterior secado. Hay dos métodos: en un vaso o recipiente (tambien lo puedes hacer dentro de bolsitas) mezclar en alcohol el colorante y  que el alcohol cubra la pasta. El segundo método fija mejor los colores, en vez de alcohol usaremos vinagre de vino (el resultado lo podéis ver en la imagen inferior). Los colores se quedan genial y mucho más vivos, aunque este método tiene dos desventajas: 1.- El olor de vinagre, deja airear la pasta al aire libre 2.- La pasta no es comestible. Por tanto,  la hemos reutilizado para hacer manualidades con los niños.  Si la pasta es tubular como los macarrones se pueden hacer collares, pendientes, pulseras, etc… Si la pasta es más plana, la idea es hacer un dibujo y pegar la pasta sobre el dibujo.  A continuación, os dejo ideas con sus enlaces.

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